jueves, 7 de marzo de 2013

OSCAR, OSCAR, OSCAR... CINE, CINE, CINE



Nos apasiona el cine. Muchos/as de los que seguís este blog lo sabéis. Era imposible que no habláramos de los premios cinematográficos por excelencia: Los Oscar.

Luego lo pensamos un poco más detenidamente. Para hablar de lo que fue la ceremonia, la lista de ganadores o perdedores, para hablar de películas, qué mejor que acudir a nuestro compañero, amigo y crítico profesional de cine David Coll, quien en su blog elcriticoll.blogspot.com hace un somero repaso por éstas y otras cuestiones. Tenéis el enlace al final de la entrada.

La cuestión era: ¿de qué podíamos hablar nosotros?

Y se hizo la luz, la luz del cine, claro está.

Ceremonia, premios… Pero también fiestas, muchas fiestas. La industria cinematográfica, y todo lo que la envuelve, mueve muchos millones de millones de dólares en el mundo.

El cine… Pensar en el cine y no pensar en una ciudad: Los Ángeles, en una zona mítica: Hollywood, es casi imposible. No inventaron el cine, pero lo supieron rentabilizar, supieron hacer negocio de la magia del cinematógrafo. 

Más que eso, supieron crear una industria que sigue siendo la número 1 mundial. El mundo ve el cine de EE.UU., guste más o menos.

Pero nos estamos desviando del tema. ¿Qué os proponemos desde POR ELLA? Que nos vayamos de fiesta, la temática es el cine.


ANTES, DURANTE Y DESPUÉS… QUÉ EL RITMO NO PARE

Gritos, lágrimas, risas, alegría, decepción… Emociones que se desbordan cuando acaba la ceremonia de los Oscar, sea cuál sea su edición, este año la 85.

Sin embargo, los ganadores, y también los perdedores, acabarán la noche de fiesta. Celebrarán, y se consolarán, al abrigo de cualquiera de las fiestas que se organizan cuando el espectáculo baja el telón, cuando la emisión concluye.

Pero no nos engañemos, todo esto comienza mucho antes. Concretamente, una semana antes, puede que algo más, ya que los Globos de Oro no dejan de ser la antesala de los Oscar.

En cualquier caso, no se pueden contabilizar las fiestas y otros eventos que tienen lugar con motivo de los más prestigiosos premios de cine, aunque se calcula que, al menos, cada noche hay una media de tres fiestas en lugares públicos, a las que sumar las privadas: productoras, agencias de publicidad, medios de comunicación, estudios, personajes relevantes del gremio…

Seremos sinceros, para el común de los mortales entrar en una de estas fiestas supondría el rodaje de "Misión Imposible 4".

Lo que no impide que estas fiestas paralelas a los Oscar sean tan clásicas como la misma alfombra roja y, si nos apuráis, como la famosa estatuilla.

Es más, para estos eventos que se celebran antes, durante y después, no existe la palabra crisis.


Atención a estos tres datos de ejemplo:

Botellas de "Moet & Chandon": 1000. Invitados: 1.500. Postre: en 3 dimensiones. Lo del postre no es broma, podía verse con gafas 3D.

Os estamos hablando de la tradicional Governors Ball (Baile del Gobernador) que se celebra cada año, donde los ganadores van a lucir sus estatuillas y a que les graben el nombre en ellas.

¿Qué hubo de menú?

Estando en EE.UU. no podían faltar las hamburguesas, que eran de buey de Kobe, pero en el buffet libre se podía encontrar también: chuletas de cordero, minipastelitos de pollo y, claro, Oscar rellenos de chocolate y bañados en oro.

Otras de las fiestas que más éxito tienen siempre son las que organiza la prestigiosa revista Vanity Fair. Una cada noche y cada una diferente de la anterior. Se consideran de lo más exclusivo.

Pero hay más, mucho más.

-Cenas de gala, como la que se celebró en el emblemático y cinematográfico Chateau Marmont por el 40 aniversario del Oscar honorífico a Chaplin.

-Cenas benéficas.

-Cenas que organizan los grandes estudios, como ParamountFox...

-Cocktails, como el que organizan Gwyneth Paltrow y Cathy Shulman, en este caso sólo para mujeres de cine.

-Cenas organizadas por directores, como la celebrada con fines benéficos en el Hotel Bel Air, made in Martin Scorsese.

-Cenas organizadas por músicos o cantantes, como la que lleva a cabo en cada edición la fundación de Elton John para combatir el SIDA, y a la que suelen acudir una larga lista de nombres famosos…

Sí, los actores, actrices, equipos de rodaje, directores, productores… lo tienen muy difícil a la hora de repartir su tiempo y estar en todos los saraos.



COMO MUESTRA UN RECORRIDO

Sin duda los hoteles son los lugares por excelencia para celebrar una fiesta hollywoodiense. Así, además, los actores y actrices pueden acabar alojados en ellos. Dicen que para fiestas "míticas" las que se celebran en las habitaciones de hoteles tan cómplices para el cine como lo es el Marmont, del que os hablábamos antes. También está el Sunset Tower o el Berverly Hilton.

Pero también se puede ir de discotecas. En Lure, Fox celebró este año la fiesta de sus nominados.

Hay quien quizá prefiera un restaurante. En Madeo, Chanel dio su cena habitual pre-oscar. Y en Lucques lo hizo la Universal para agasajar a sus nominados.

Para los más exclusivos están el Pacific Design Center, elegido este año por Elton John para su fiesta post-Oscar, o el Soho House en el que se celebraron las fiestas de la Warner y de la película Django desencadenado.


¿POR QUÉ TANTA FIESTA?

¿Hace falta más excusa que los Oscar?

Una fiesta rodeada de tanto glamour es la mejor oportunidad para que marcas, revistas, diseñadores, actores, cantantes… se den publicidad y demuestren su poder de convocatoria.

También es habitual organizar fiestas para los que no asisten a la ceremonia. El Hollywood Kodak Theatre es muy grande-3.600 asientos- pero no es el camarote de los Hermanos Marx, no caben todos/as.

Con audiencias millonarias, no es raro tampoco que los anunciantes paguen auténticas burradas por segundos de publicidad, hasta 1,8 millones por 30 segundos, y las tandas de spots están cubiertas.

Por no hablar de los 15 millones de dólares que llegan a gastar los estudios en publicitar las películas para que consigan una nominación a los Oscar.

Hay que rentabilizar la inversión como sea.

Es puro espectáculo mediático, que cuanto más dure mejor. Por eso, todo empieza una semana antes, por eso hay que mantener la atención con fiestas, noticias y lo que se tercie.

Las fiestas dan imágenes con las que seguir nutriendo esta fábrica de sueños que es el cine y más cuando se trata de la celebración de su cita grande.

¿Quién no ha comentado algo de los Oscar al día siguiente? Y eso que aquí en España se hace complicado seguir la ceremonia como no tengas canal de pago.


CERCA DE CASA

Hablando de casa, entre las fiestas que se celebraron la semana de los Oscar, hubo una que no nos quedó tan lejos, tampoco hacía falta ir de vestidos de gala, ni estaba rodeada de exclusividad. Más bien al contrario. Todas aquellas personas que quisieron vivirla tuvieron cabida y se lo pasaron de cine.

Porque en esa fiesta también hubo estatuillas y mucho, mucho, mucho cine.

Estaban: Frankenstein, Alicia y su país de las maravillas, actores de cine mudo, avatares, gremlins, E.T. también se dejó ver… Hasta llegar a Oda Mae Brown (el personaje de Whoopie Woldberg en Ghost) y King Kong, o lo que es lo mismo: TAKONES RUMBEROS SOCIAL CLUB.

Fieles a nuestra pasión por el cine, la cámara de POR ELLA vivió: “Con lunares y a lo loco”. El particular y divertido homenaje que TAKONES quiso dedicar al cine y, ya de paso, para celebrar el carnaval.

¿Puede haber mejor disfraz que el propio cine?

Si los americanos publicitan sus Oscar, POR ELLA promociona unos premios mucho más especiales.

El próximo año no lo veas en pantalla, que nadie, ni siquiera nosotros, te lo cuente. VÍVELO.


Quién sabe, igual escuchas el famoso And the Oscar goes to… Y ganas un Oscar.





Si quieres saber más de lo que fue la ceremonia de los Oscar 2013:

http://www.elcriticoll.blogspot.com.es/2013/02/oscars-2013.html


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